Existen lugares que por su masa y composición difieren distinta gravedad.
Mientras la Tierra gira insaciablemente, el tiempo solo mide su desarrollo.
Este, es de esos lugares que parece estar en suspenso ante dichos fenómenos,
cruzar el umbral de su puerta es adentrarse en un pasado casi inalterado,
donde la vida humana deja de ser física y queda lo sempiterno material.
Bienvenidos al número 20 de esta maravillosa Masía.
Corriendo libremente por entre los pasillos, se acaricia por entre las estancias
el aire en su composición y forma, la vida en si misma sin ser visible a la vista.
El pequeño recibidor como eje principal de toda esta edificación residencial,
conduce por pasillos repletos de habitaciones, escaleras que suben y bajan pisos,
o traslada al antaño fuego imaginario del calor de la cocina y los establos.
Evidentemente, todo bajo la supervisión de los cabezas de familia.
Su habitación residía justamente en ese mismo rellano.
Tras salir, en el ala izquierda de esta primera planta,
se cuentan media docena de habitaciones para otros miembros.
¿Era esta la habitación de los gemelos o las gemelas?
Por su siniestro aspecto, ¿era esta la habitación del pánico?
En cuanto a la siguiente, por lo que me transmitió, me gustaría pensar
que pertenecía a la más querida de la familia por sus nietos, la yaya.
A lo largo de toda la Masía, en la parte trasera, la naturaleza
volvía a expresarse a un modo pausado, sin prisa, relajando a su paso.
El agua, corría por una canalización en su ciclo natural de la existencia.
Tomando el pasillo, dejamos a ambos lados las habitaciones.
Regresando al recibidor, nos espera el ala derecha.
La siguiente sala, invitaba al asiento y al disfrute de la caja tonta.
La sencillez y magia de esta sala, conducía escaleras arriba hasta la cocina,
imaginando el olor de un buen plato de escudella o cualquiera de puchero.
Dejando atrás los gustos culinarios y unido a un edificio anexo al principal,
los más de 500 m2 de edificación disponían de establos en los que posiblemente,
hubieran todo tipo de animales para un mundo rural sin perspectivas presentes.
Junto a ellos, en la planta baja, tambien había una pequeña lavandería.
Volvemos a atravesar la cocina y subimos a la última de las plantas.
Esta planta se repartía de habitaciones similar a la inferior,
a excepción que al final del pasillo, había una especie de porche.
No destacaba ninguna en especial, hasta llegar, ¿a la habitación de la silla real?
LOS SENTIMIENTOS IMPULSAN A LA CREACIÓN,
SUS EFECTOS SON TODAS NUESTRAS ACCIONES.
PODRÁN SER INSIGNIFICANTES, CARECER DE IMPORTANCIA,
PERO ESENCIALES PARA NOSOTROS MISMOS HACERLAS.
IGNORO QUIENES TE HABITARON Y TUS DESCENDIENTES,
IGNORO LAS VIVENCIAS Y MOTIVOS DE TU EXISTENCIA,
LO QUE SI CONOZCO, ES EL SENTIDO DE CADA UNA DE ELLAS,
ESTAN EN TODOS NOSOTROS, SIENDO EL DE LA VIDA MISMA.
PERTENECES A OTRO TIEMPO, OTRA ÉPOCA, OTRO MUNDO.
PERTENECES A LO RURAL Y ANTIGUO, ERES MUSEO VIVO DEL TIEMPO.
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